sábado, septiembre 15, 2012

SER ORDENADOS


El orden está en la naturaleza y se transmite al hombre. De hecho la palabra cosmos significa orden; y se refiere a la precisión de los movimientos de los astros y que los humanos han seguido desde la antigüedad. Siempre las civilizaciones se han impresionado por ese orden observando el cielo, las estrellas, los astros, el sol etc.  Los humanos estamos en ese orden, esperamos siempre la aparición del sol por donde debe salir, la salida de la luna cuando debe salir; y siempre ha existido el asombro de otros astros como los cometas y fenómenos como los eclipses.
La humanidad ha tenido miedo al caos, que sería el mismo desorden, que se ha presentado en fenómenos naturales  devastadores como los ciclones, tsunamis etc. Pero los movimientos de los astros no han entrado en caos.


Es grandioso el orden de la naturaleza. Dentro de este orden se encuentra la gravedad, que cotidianamente pasa desapercibida por nosotros pero que Newton reflexionó mucho de este suceso, que es cien por ciento natural. Y no cambia, no se modifica a pesar de que el hombre ha querido siempre oponerse a la gravedad, al construir naves, aviones, y cohetes. Al hombre le ha costado mucho esfuerzo lograr oponerse a la gravedad, oponerse a la naturaleza.  No solo en relación a la gravedad el hombre se opone;  también trata de modificar la natalidad, la fecundación, Inclusive las enfermedades. Es una característica de los humanos, modificar lo natural para su propio bien, haciendo grandes esfuerzos y lográndolo muchas veces.

Al comentar sobre el orden, podemos mencionar que además de ser una ley universal, también en la vida cotidiana y tratándose de nuestro actuar, el orden es fundamental para tener más tranquilidad y paz. Ordenar los objetos con los que trabajamos, ordenar nuestra oficina, nuestra casa, incluyendo la limpieza, desechando lo inservible o basura. Así mismo el orden también es mejor tenerlo en nuestra mente. Cada día, y cada momento nuestra mente trabaja y percibimos emociones, recuerdos, proyectos etc.

 El orden en nuestra mente nos lleva a una programación mejor de nuestra vida. Los pensamientos deben estar ordenados, evitando el caos mental, que ocasiona intranquilidad, desquiciamiento y sufrimiento.  La naturaleza nos enseña que así como hay orden en el universo, también en nuestra mente debe existir una disciplina y constantemente debemos hacer una limpieza de pensamientos que atascados dentro de nuestra cabeza nos hacen más difícil nuestra vida. Son mejores los pensamientos limpios que llevan una secuencia, que tienen una meta, un objetivo y es mejor desechar lo dañino, lo perjudicial por ejemplo, los recuerdos pasados, los rencores, y también los temores a lo que aún no sucede.

Se empieza por ordenar lo externo, incluyendo nuestros valores materiales, llámese casa, automóvil, bolígrafo, mesa, computadora etc. Todo debe estar ordenado, para que después sea más fácil ordenar la mente.

El orden también incluye seguir las buenas costumbres, las buenas relaciones humanas y la buena convivencia familiar. 
El caos puede venir, pero se puede lograr disminuir esa probabilidad.  
Seamos ordenados.

Michael Murphy

La Templanza


El equilibrio emocional tan fácil de decirlo, de expresarlo, de leerlo constantemente, pero tan difícil de llevarlo a cabo. Significa estabilidad, orden, tranquilidad, paz.  Este equilibrio lo buscamos constantemente, pero hay estímulos que provocan trastornos que llegan a veces al caos. En nuestras acciones tenemos siempre que elegir entre algo positivo o bueno y algo negativo o malo. Esta decisión es nuestra libertad que tenemos y que depende de factores externos e internos.

Desde los filósofos clásicos como Platón y Aristóteles se habla del justo medio, de la templanza, del equilibrio en nuestros actos. Se habla de las personas virtuosas que logran vivir en la moderación, evitando excesos, lujos pero a la vez tratando de evitar lo desagradable, lo sucio, lo malo.  Son personas con cualidades o virtudes que logran vivir en la moderación.  Esta moderación se refleja en todas las actividades, simples o complicadas, algunas de mucha trascendencia. Es común oír que debemos comer con moderación, que todos los excesos son malos. Y es cierto. En relación a los alimentos es bien sabido que debemos ingerir alimentos no solo por el placer de paladearlos sino solo para vivir sanamente.

Desde luego que en la comida existe el placer, pero no debe ser la prioridad, sino mas bien lo mas importante es considerar al alimento como una necesidad para vivir sanamente y no para llegar a la gula. Así el equilibrio se encuentra en muchas actividades. La moderación también se aprecia al conducir un vehículo en una autopista; en donde el exceso de velocidad tiene relación directa con las posibilidades de un accidente, y también una velocidad menor es inadecuada y puede ser catastrófica.  En la carretera, la velocidad que marcan los señalamientos casi no es respetada por los automovilistas, confiados en su auto, en su habilidad, en sus reflejos.  Pero este exceso de confianza ocasiona tragedias; y muchas.

 Un corredor olímpico de velocidad, no puede correr con moderación; tiene que correr con toda su energía en extremo, en esta situación no hay medios, se debe llegar a la meta en menos de 10 segundos en la carrera de 100 metros.  Sin embargo, quizá su deseo por superar esa marca y su deseo por competir en una olimpiada si sea un exceso y el deporte entonces deja de ser recreativo, deja de ser una práctica para estar sano; se convierte en una práctica par logros extraordinarios, y esos logros se buscan por que se busca un placer intenso, exagerado.

También los deportes extremos ahora en combinación con tecnologías avanzadas permiten a las personas utilizar paracaídas desde grandes alturas, utilizar sistemas de saltos con ligas, carreras de automóviles. Todos estos deportes se realizan por alcanzar metas extremas y buscando el placer máximo.  En todos estos casos no hay moderación, hay excesos.  Pero los humanos siempre buscan placer intenso en la comida, en las actividades, en el sexo, y los riesgos son las drogas, los estimulantes, y también riesgos de tener objetivos a veces fuera de la realidad. Pueden los atletas olímpicos llegar a tener placeres inmensos si ganan las medallas, pero las caídas, desilusiones y frustraciones después serán también grandes. Estos son ejemplos de lo que puede ocasionar vivir buscando excesos, buscando placer continuo.
 
La moderación en todo, perdura más y es un placer fino, sutil, duradero, y recomendado por los grandes filósofos pero no practicado por la mayoría. En cuestiones pasionales, la naturaleza humana tiene instintos. En el amor, la pasión y el placer se buscan al máximo. Está bien amar con toda la fuerza y la pasión que la energía emocional y física permita, sin embargo también se recomienda tomar en cuenta la duración  más que la explosión de las pasiones.

La templanza y la moderación son virtudes universales reconocidas, y por que no, hay que volver a buscarlas; y no contagiarnos de los lujos, excesos, sobre todo en los placeres.

MICHAEL MURPHY