martes, junio 30, 2015

LA ALEGRIA LLEVA A LA FELICIDAD


La felicidad es una ilusión, por lo que se debe buscar la alegría en su lugar.

 La sensación de felicidad y de bienestar la tenemos en forma episódica y no constante, siempre habrá sentimientos negativos no deseados que impidan esa percepción. Siempre habrá esperanza de tener una vida feliz, un deseo de que se alejen las amenazas del dolor emocional.

 Los humanos nos aferramos a la idea de tener la capacidad de evitar el sufrimiento y poder disfrutar de un estado constante de placer, sin embargo esto es un engaño. Pero puede haber esperanzas de poder llevar una vida más plena, mediante un proceso para mejorar la comprensión y aceptación de un estado emocional posible de alcanzar y que es la alegría.

 Aparecen siempre malestares emocionales que llevan a la infelicidad, constantemente hay amenazas principalmente por tres fuerzas: La fragilidad de nuestro físico, que está condenado por el envejecimiento y la enfermedad; el mundo exterior, con su potencial para destruir (a través de inundaciones, incendios, tormentas y terremotos, por ejemplo); Y las complicadas relaciones con otras personas (esto considerado desde Freud como la más dolorosa fuente de infelicidad).

 Existen muchos obstáculos para tener completamente la felicidad, y existen millones de personas desprotegidas y debilitadas frente a las agresiones. No tenemos una seguridad total de estar seguros y protegidos, pero podemos examinar y distinguir lo que es la felicidad y lo que es la alegría, para identificar y poder evitar una búsqueda inútil de la felicidad.

 Las raíces de la palabra felicidad se relacionan con la suerte o el azar, y una persona puede tener suerte de tener menos agresiones e incomodidades sin que las busque o las propicie. En cambio la satisfacción, es una aceptación profunda de uno mismo y del valor de uno, junto con un sentido de auto-realización, significado y propósito, que puede ser semejante a la alegría. Inclusive la satisfacción puede ser independiente de circunstancias adversas, incluso cuando son angustiantes. Esto se puede observar en personas que son sometidas a sufrimiento constante, pero con el paso del tiempo buscan fortaleza emocional y espiritual dentro de ellos mismos, logrando una alegría profunda.

 Se puede alcanzar una aceptación y un respeto a uno mismo, con una determinación de lo que es personalmente significativo, más que enfrentar una búsqueda incesante y en última instancia inútil de la felicidad. La alegría tiene el potencial de servir como una base sólida para tener episodios de placer que pueden ser bien apreciados y experimentados.

 Es indiscutible que tiene mucho valor la sensación que tenemos por ejemplo cuando tenemos muchas pequeñas victorias en nuestra vida cotidiana. Esto nos proporciona satisfacciones y alegría. La alegría es la emoción principal para tener satisfacciones con la vida o con el bienestar. Las satisfacciones se relacionan con una tranquilidad que refleja la gratitud y la aceptación.

 Vivimos en una sociedad en donde constantemente nos bombardean con la publicidad de que seremos felices sólo al comprar una cosa nueva, o al tener la piel perfecta, o al vivir en un lugar diferente. Lo que también nos afecta demasiado es la seguridad en el empleo. Esto se relaciona con las relaciones con otras personas, con la vida misma en sociedad, y no lo podemos evitar, sin embargo cultivar la alegría es un gran remedio.

"Son sólo felices las personas que tienen sus mentes fijas en algún objeto que no sea su propia felicidad; en la felicidad de los demás, en la mejora de la humanidad, incluso en una obra de arte o de ejercicio, seguido no como un medio, sino como un fin en sus ideales. De este modo,  encuentran la felicidad por el camino ". - John Stuart Mill


Michael Murphy







miércoles, junio 03, 2015

ALGO SOBRE LA FELICIDAD


Gran parte de nuestra felicidad depende de cómo afrontemos los problemas o las adversidades que en forma cotidiana se nos presentan. Constantemente tenemos emociones y sentimientos frente a diversos factores, y dependiendo como reaccionemos a estos, será la sensación de bienestar y al final de felicidad.

Hay cosas que pasan a nuestro alrededor que no las podemos controlar, pero teniendo cierto control con las emociones puede disminuir nuestro malestar. Si se controlan las emociones se puede uno sentir mejor acerca de la vida, incluso mejor que si se eliminara por completo el contratiempo.
Para afrontar las adversidades se han considerado dos tipos de “controles” uno es el “Control Primario” que son las medidas o actitudes que se toman directamente hacia las circunstancias adversas, o sea ir directamente al fondo del problema y resolverlo. Y el otro es el “Control Secundario” que a pesar de que no se pueda quitar por completo el problema o adversidad, se puede tener la capacidad de respuesta abordando las emociones y ajustándolas.

En algunas ocasiones si tenemos la capacidad de resolver un problema voluntariamente y lograr un bienestar; esto es el control primario, pero si no podemos totalmente resolver un problema se debe intentar tener un autodominio emocional, frente a las adversidades cotidianas.
Constantemente debemos aprender a identificar las situaciones diversas que se nos presentan y darnos cuenta de lo que si podemos cambiar, y de lo contrario tener el autodominio emocional, para crear una situación de bienestar y de felicidad.

Una apreciación importante es que la gente con dinero y poder, puede tener una capacidad mejor para tener un “control primario” y tiene poca necesidad de desarrollar un “control secundario”, por lo que no aprenden a tener autodomino de las emociones. En cambio la gente sin dinero no tiene la capacidad para tener un control primario pero desarrollan por necesidad un control secundario. Cuando se desarrolla un mayor control secundario se puede favorecer tener un mayor control primario.

Para lograr el control secundario lo importante es reconocer el tipo de problema, pero hay muchos métodos para llegar a tener “calma” y “tranquilidad”, por ejemplo la meditación ya sea religiosa o no, puede ser de gran ayuda para abordar los problemas cotidianos, y cualquier intento de tener calma conducirá a una experiencia más positiva en la vida. Esto muchos lo han considerado como la verdadera “felicidad”.

Hay múltiples investigaciones que muestran que hay una gran cantidad de padecimientos que se pueden disminuir mediante el control de las emociones. Utilizando placebos y cambiando las actitudes y expectativas se pueden reducir o eliminar los síntomas de ansiedad, depresión, migrañas, asma, epilepsia, enfermedad de Crohn, hipertensión arterial, trastornos de la alimentación e inclusiva la propia enfermedad de Parkinson. Por lo tanto de hecho es posible cambiar radicalmente los “sentimientos” y “emociones”.
“Si usted no puede controlar lo que le sucede, usted puede controlar cómo se siente al respecto”,

Cuando se tiene una pareja, o cuando se vive en matrimonio, por lo general el solo hecho de compartir las situaciones y comentarlas proporciona una mejor manera de solucionar los problemas. Siempre y cuando exista el apoyo requerido y la comunicación adecuada. Sin embargo en muchos casos de vida en pareja, uno de los dos reaccionará fuertemente a la adversidad, con fuertes emociones y catastrofismo, y el otro podrá mantener la calma más fácilmente. Por lo que es mejor aprender a manejar las propias reacciones sin esperar la ideal armonía que debería existir.
De cualquier manera gran parte de la vida es gris, no es blanca ni negra. No estamos totalmente tristes ni totalmente contentos, pero tenemos que luchar para examinar la vida y sentir la contienda es estar vivos.

MICHAEL MURPHY