Las substancias conocidas como antioxidantes, se venden en forma de complementos
alimentarios y los procesadores y fabricantes para aumentar sus ventas muchas
veces ofrecen los productos como maravillosos para evitar las enfermedades y
mencionan inclusive que entre más
antioxidantes se ingieran mayor será la salud de las personas.
Estas substancias abundan en los alimentos y hay miles de diferentes
antioxidantes. Algunos son minerales y otros son enzimas, que son moléculas de
proteínas que facilitan las reacciones químicas necesarias para que las células
funcionen correctamente.
Tienen la capacidad de bloquear la acción de los radicales
libres, (fragmentos químicos inestables que pueden causar estragos en
componentes saludables en las células del organismo). Los radicales libres
pueden ocasionar daño interviniendo en el crecimiento y reproducción normal de
las células. Se ha comprobado que estos procesos (formación de radicales
libres), juega un papel importante en las enfermedades crónicas como el cáncer,
enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson, las
cataratas y otras. El mismo organismo genera antioxidantes para neutralizar a
los radicales libres, y hay factores como el tabaquismo, el alcoholismo, la
exposición a la luz solar, los químicos ambientales como los pesticidas que
desencadenan la producción de más radicales libres. Hay alimentos que especialmente contienen
antioxidantes, como son las frutas, verduras y granos enteros.
Hay algunas vitaminas que son antioxidantes, como la
vitamina C y la vitamina E. Y muchos antioxidantes ejercen mejor su acción en
combinación con otros (efecto sinérgico) por lo que se ha aconsejado por los
expertos que se ingiera una amplia variedad de frutas, verduras, cereales
integrales y legumbres disminuyendo así
el riesgo de ciertas enfermedades en relación a las personas que no consumen
variedad de alimentos.
El enfoque es consumir variedad de frutas, y no solo las que
han llamado “superfrutas” como las granadas, el kiwi etc. Y en realidad no es
necesario ingerir “suplementos”, más bien los antioxidantes que necesitamos
están en los alimentos. Los abusos de suplementos pueden causar daño, por
ejemplo la ingestión de selenio de 200 microgramos al día se ha
relacionado con una mayor incidencia de
recurrencia de cáncer de piel (no melanoma) en personas que previamente lo han
padecido.
El exceso de antioxidantes en forma de “suplementos” puede
ser problemático. Cuidado con las tiendas de vitaminas que ofrecen cápsulas de “multi
antioxidantes, a “mega dosis” porque tomando estos en grandes cantidades y por
tiempo prolongado, se pueden convertir en pro-oxidantes, que aumentan la
producción de radicales libres, especialmente en las personas que beben alcohol
o fuman.
Comiendo exceso de frutas no es tan dañino, pero algunas
veces hay efectos no deseados por ejemplo la ingestión de grandes cantidades de
zanahorias u otras verduras ricas en beta-caroteno pueden ocasionar una
coloración anaranjada de la piel.
Los productos comerciales precisamente son “comerciales”, y los
fabricantes añaden “antioxidantes” a su mercancía,
para aumentar las ventas, agregando vitamina E ó Zinc por ejemplo, pero algunos
de estos productos tienen otras substancias perjudiciales como exceso de azúcar
o de grasa. Las almendras tienen vitamina E, y el Zinc se encuentra en la carne
de res magra (sin grasa). Es mejor ingerir alimentos naturales y en forma
variada que consumir productos procesados, químicos “suplementos” que pueden hacer más
daño que beneficio.
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