jueves, junio 26, 2014

Motivación


 
La palabra motivación deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del movimiento’. La motivación puede definirse como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo».
Existen otras definiciones y conceptos de la motivación, sin embargo es fácil comprender que es un impulso, es un deseo de actuar y lograr algo existiendo varios grados de motivación incluso en una misma persona. En algunos sucesos o actos de nuestras vidas nos encontramos más motivados y logramos algo que de no ser por la motivación no lo hubiésemos logrado.

La motivación la podemos tener de manera propia, o hay alguna fuerza externa que nos proporciona ese sentimiento. Lo más común es que los maestros, nuestros padres, y personas que han participado en nuestra educación sean los principales motivadores de nuestras acciones.

Las razones por las que el ser humano se decide actuar se pueden clasificar de la siguiente manera:
  1. Por que recibe algo como consecuencia directa de sus actos (motivación extrínseca).
  2. Por la satisfacción interna que siente al efectuar una acción (motivación intrínseca)
  3. Por la necesidad que tienen otros de que él actúe (motivación trascendente)
En realidad estas razones se dan siempre unidas. Lo que en un determinado momento mueve a actuar a una persona es la suma de las tres motivaciones.

La motivación extrínseca es la necesidad de tener más en el campo de lo material. En la mercadotecnia constantemente nos están dando información de los productos que nos venden, y el ejemplo típico son las "ofertas" que cada vez son más frecuentes "El buen fin", de los grandes centros comerciales. Nos están motivando a comprar algo que casi siempre no lo necesitamos. Esta motivación extrínseca es benéfica cuando las cosas materiales son de utilidad práctica o también por "gusto" podemos complacernos al obtener cosas materiales.  El extremo dañino es sin embargo darle un valor demasiado relevante a la satisfacción de los sentidos.

La motivación intrínseca nace de nuestra mente y depende de muchos factores para que se desarrolle. Lo principal es la necesidad de saber, de aumentar los conocimientos, desarrollar la inteligencia, o bien la satisfacción personal de realizar algo. Esta motivación está dominada por el "yo" o ego. El esfuerzo realizado se ve compensado con la satisfacción de "yo soy más", es la satisfacción de hacer o de lograr algo, sin necesidad de recibir algo material a cambio. El ejemplo más típico es la práctica de algún deporte solo por buscar la satisfacción que se siente al realizarlo o al ganar una competición. La parte negativa de este deseo es cuando se ponen los intereses propios por encima de los de los demás y fácilmente se puede caer en actitudes de egoísmo o soberbia.

La motivación trascendente, se refiere a la necesidad de toda persona de tener amistades, de amar, de servir, de ser leal, etc.; para ello se requiere dar, o más bien, "darse", que la persona se dé de ella misma.
Se requiere un acto previo de querer. Se requiere fuerza de voluntad para ayudar o "dar" a los demás. La educación de la voluntad es necesaria.

A lo largo de la vida, estamos aprendiendo constantemente en relación a los 3 niveles de motivación y a pesar de que existen situaciones de conflicto entre los 3 niveles, las decisiones muchas veces se toman con predominio de un nivel.

No solo nosotros nos motivamos. Siempre tenemos a quien motivar, por ejemplo la educación de los hijos requiere de saber guiarlos y saberlos motivarlos para que ellos tengan y sepan llegar a sus propios logros. Siempre somos educadores, buenos o malos, pero siempre alguien aprenderá de nosotros. A nuestros hijos les transmitimos actos del primer nivel como son la enseñanza del hábito de lavarse los dientes, actos de segundo nivel son la transmisión de la necesidad de que estudien, y actos de tercer nivel son la enseñanza de se generosos, y la práctica del amor, la amistad, la ayuda a nuestros semejantes.

Cada uno de los niveles de motivación proporciona un grado de felicidad determinado. Si observamos las motivaciones de las personas, la gran mayoría se mueven en la actualidad por la motivación de tener, después estarían aquéllas cuya motivación es el saber (que cada vez va tomando mayor importancia), y muy escasamente encontramos personas cuya meta principal sea dar.

Durante los procesos de enseñanza los objetivos principales consisten en motivar la voluntad hacia el bien. Pero los esfuerzos para motivar a las personas también ahora son "comerciales". El hecho de convencer a las personas para aumentar las ventas de los productos, es un objetivo principal de las empresas. Las técnicas de mercadotecnia son espectaculares, ¿Porqué no utilizar inversiones de dinero y tiempo para educar mejor a nuestros hijos? ¿Porqué no buscar mejor orientación y motivación de la voluntad en los menores, para que busquen el bien?

Debe haber razones poderosas y verdaderas que conduzcan al cambio. Lograr cambios en nosotros mismos, lograr cambios en las personas a las que educamos, deben ser nuestras motivaciones principales. Queramos o no, somos educadores de personas, (hijos, compañeros, parejas, conyugues etc). Por lo que los objetivos principales en las acciones que tomemos son educar con ejemplos, y con enseñanzas para crecer en valores positivos, en virtudes, por que esto llevará al crecimiento de nosotros mismos y también a la felicidad de nuestros seres queridos.

MICHAEL MURPHY

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