lunes, enero 25, 2021

LAS MALAS PALABRAS

 



Todos sabemos cuales son las malas palabras, llamadas groserías, palabras grotescas, palabrotas etc.  Y quizá en la educación primaria nos advertían de no usar esas palabras. En mí escuela primaria las maestras eran muy estrictas en este aspecto y utilizaban la amenaza de lavar la boca del niño que se le oía decir palabrotas. ¡Y sí lo cumplían!  A la edad de 7 a 9 años,, eso significa terror, y como muchos niños yo no mencionaba las groserías, a pesar de que algunos niños escondiéndose y cuidándose mucho las decían hasta con más frecuencia y malicia. 

Hoy a cambiado la educación y la utilizacióno del terrorismo en las escuelas. No debe haber amenazas ni agresiones físicas ni verbales por más mínimas que sean a los educandos. Por lo que el lenguaje grotesco ha aumentado escuchándolo en las escuelas como por todos otros lugares, incluso culturales, deportivos, laborales, etc., con diferentes actitudes, pero no dejan de ser palabras altisonantes que se han convertido ya en un cierto lenguaje "popular" y normal  para muchos. Y hoy en día a muchos ya no les importa emplear "palabrotas" incluso de carácter sexual enfrente de cualquier persona, ya sea niños, mujeres, etc. 
Hace unos 40 a 50 años este lenguaje se escuchaba en "las cantinas" con mas frecuencia. Era muy raro escuchar a una mujer decir palabrotas, cosa que ahora en cambio es muy común. 

 Se ha liberado el lenguaje.  y Aún en libros, novelas, teatro y películas  ya es de uso común.   Las películas recientes hechas en México están llenas de este lenguaje Soez, y lo utilizan con mucha naturalidad, según por que así es la realidad.

"No acostumbres tu boca a las groserías: sería pecar con palabras" (Sirácides 223,13), hasta las referencias en la biblia nos enseñaban, cuando había un poco de religión en las escuelas. "No digan palabras vergonzosas, disparates y tonterías".  El lenguaje grotesco, obsceno y altisonante, corresponde a seguirle el juego al demonio el cual quiere impregnar de su esencia todo el comportamiento humano.   

Aún en la actualidad, sin llegar a extremos, queda claro que el lenguaje altisonante es una forma de agredir, es violencia verbal, denigra a las personas.   Y aún en las iglesias muchas veces mencionan: 
"Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña así mismo y su religión no vale."  (Stgo.1, 26).

Algunos dicen: "pero ya es algo común" es algo normal, todo mundo lo hace"  Recordemos que no porque sea algo "común" es bueno, ¡claro que no es bueno!.  Hay contrastes, por ejemplo:  En el videojuego, es uno de los boss del juego. En el cómic Cazador, aparece un Balrog satirizando al demonio de tasmania, que solo dice malas palabras y groserías.  En contraste los estilos cómicos que predominan en "Condorito" son el humor blanco y la sátira. La edición es muy cuidada para que no aparezcan groserias u obscenidades. Pero al parecer Condorito ya es del "pasado".

Las malas palabras se dicen en diversas circunstancias, y en diferentes estados de ánimo,  entre los jóvenes la mayoría es con fines de diversión, y les causa risa, el hablar con obscenidades. Pero también se puede usar este lenguaje junto con Violencia verdadera y muchas veces extrema que es propio de los delincuentes. En ciertos contextos sociales, a pesar de que estas palabras se consideran inadecuadas, es frecuente que sean muy usadas y no siempre rechazadas, especialmente como interjecciones que expresan desprecio o enojo. 
Lo que en unos contextos sociales puede ser visto como un síntoma de "mala crianza", denunciando un origen social humilde que inhabilita para entrar en la "buena sociedad", en otros puede tener un prestigio encubierto, por ejemplo, entre los hombres jóvenes, asociado a actitudes machistas promovidas por el grupo. Independientemente de que el lenguaje soez sea o no usado más frecuentemente por hombres que por mujeres, sí que es así socialmente percibido, o al menos lo fue tradicionalmente, y como tal forma parte del imaginario asociado al comportamiento "rudo y varonil".
La psicolingüística tiene en el uso de las palabrotas y expresiones soeces uno de sus temas de estudio. La adquisición del lenguaje por el niño es un complejo proceso evolutivo en el que intervienen tanto factores innatos como ambientales, entre los que están también la educación y la socialización; y en ese proceso se incluye la adquisición del lenguaje soez, o al menos la conciencia de su existencia. Las formas de afrontarlo (asumirlo, aceptarlo, tolerarlo, evitarlo, ignorarlo o reprimirlo) son muy diferentes según distintos enfoques pedagógicos.
La palabrota que ensucia la lengua termina por ensuciar el espíritu. Quien habla como un patán, terminará por pensar como un patán y por obrar como un patán. Hay una estrecha e indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez lo que se expresa en los peores términos soeces ... Es la palabra lo que crea el clima del pensamiento y las condiciones de la acción.
Muchas palabras soeces se utilizan como insultos para menospreciar u ofender a una persona. Entre muchas otras, se emplean palabras malsonantes en referencia a la apariencia y cualidades físicas, mentales y morales, personalidad, orientación y capacidad sexual, origen familiar, racial, nacional o local, religión, creencias, opiniones y afiliaciones (políticas, deportivas), condición socioeconómica, etc.
Sin llegar a los extremos, es indudable que la mala costumbre de utilizar el lenguaje soez, va unido a actitudes de poco control emocional y poca educación. De todas maneras no hay que llegar a los extremos, aunque me parece que ya se ha llegado.   Es un punto de vista.
 
MICHAEL MURPHY
 

jueves, enero 07, 2021

FIESTAS DECEMBRINAS

 

 


 En las fiestas de Navidad y año viejo y nuevo las generaciones distintas se reúnen y por lo general es en la casa de los abuelos. A pesar de que puede haber conflictos, debido al diferente modo de pensar y actividades diferentes de cada generación, sobre todo cuando hay abuelos, hijos, nietos. 

Cuando las reuniones se hacen en casa de los abuelos, pues a pesar de la edad, los abuelos se esmeran en atender a los invitados, y quieren seguir con el ritmo de su hogar en relación con el horario de comidas, el tipo de comidas, y continuar con la rutina que se han establecido estando solos.  Desde luego que hay alegría por tener invitados a los hijos y nietos, y también desde luego hay descontrol.  Aparecen ideas de 3 generaciones. Los abuelos con ideas y recuerdos, incluso de películas antiguas y también series modernas pero con ciertas características como son los temas de romance, de drama, y no de ficción ni de violencia.  Los hijos también contentos pero con ideas diferentes, pues están en una edad productiva, de mucha acción y sobre todo son proveedores. Son mas activos, pero también quieren llevar el control al estar en casa de los abuelos.  Empiezan las opiniones sobre los alimentos, la movilización de mobiliario para dormir, y empiezan a controlar las situaciones.  Los abuelos tienen tolerancia por esa tolerancia implica cansancio, y tarde que temprano quieren llegar a tener el control y la rutina de siempre. Los abuelos por atender a los hijos tienen que trabajar más, se agotan más y en ocasiones se enferman un tanto por el clima que cambia en la época decembrina y otro tanto por la comúnmente llamada “disminución de las defensas” ocasionada por cambios en las emociones y cambios en los hábitos de alimentación y de sueño.  La tranquilidad para los abuelos se ve distorsionada, pero se compensa con la alegría de tener en su hogar invitados familiares. 

Los nietos con otros temas, y con más energía. Casi siempre la ayuda que presentan en el hogar e los abuelos es mínima, puesto que los abuelos quieren también controlar su hogar. A los nietos no les preocupan las actividades propias del hogar, porque saben que están vacacionando y saben que el descanso es importante. De todas maneras son superactivos y también son devoradores de golosinas entre las comidas y “alimentos chatarra”.   Se toleran mucho a los nietos por parte de los   abuelos porque estos los quieren mucho, y también están de acuerdo en que descansen y hagan lo que quieran, incluso que coman lo que quieran.

En épocas decembrinas imposible establecer un orden en el hogar. Se encuentran 3 generaciones y el desorden es lo que impera, en cuestiones de alimentos, horarios, ropa, actividades etc.  

Ahora con la pandemia del coronavirus, pues obliga a estar mucho tiempo en el hogar y solo algunos salen por  víveres y algún juego de mesa para pasar el tiempo. 

Al planear la cena Navideña y la cena de año viejo, es difícil coincidir en gustos y costumbres.  Los abuelos tienen una idea, los hijos otra idea, y los nietos no se involucran tanto en elegir los alimentos.  Los abuelos como anfitriones quieren preparar todo en cuestión de los platillos. Los hijos opinan, quieren participar, pero en hogar ajeno no saben como involucrarse.  Las cenas terminan siendo preparadas por la abuela, que aunque cansada, lo hace con gusto para satisfacer a sus invitados. 

Los hijos intentan ayudar y compran alimentos ya preparados, o como siempre los refrescos y alguna bebida para brindar.   Los nietos interesados en pasteles, galletas y botanas.  

Se disfruta mucho en estos días la convivencia familiar.  Hay pláticas sobre todo de las anécdotas familiares pasadas, en ocasiones se ven fotografías,  se comentan de sucesos pasados, de las noticias pasadas, y de las crisis por la pandemia y por la economía que vá en descenso.  

Las tres generaciones se reúnen y juegan diversos tipos de diversiones, por ejemplo, dominó, cartas, ajedrez etc….  La convivencia es importante y más en estos días, ya que en el transcurso de los meses,  no hay otra oportunidad más adecuada que las fiestas decembrinas.  

En Enero se vuelve al equilibrio.  El descontrol, se vá desapareciendo, y vienen actividades para mantener el orden acostumbrado en los hogares.  Es pesado volver a las actividades rutinarias, pero es importante el trabajo, la escuela y todas las actividades.    Hay tristeza en los abuelos principalmente que vuelven a quedar solos, pero ahora la comunicación se logra por distintos medios como son el teléfono y las computadoras.   

En la mayoría de los casos, no hay problemas familiares de convivencia, pero en algunas familias hay contrariedades y hasta discusiones.  Las promesas para el año nuevo son casi siempre las mismas, y consisten en ponerse a dieta, hacer ejercicio y tratar mejor a la familia.   En ocasiones en los primeros días de Enero se aprecian corredores matutinos y gimnasios con más usuarios.  Pero la Pandemia ha impedido que se restablezca todo como antes. 

La esperanza es la vacunación contra el coronavirus,  y la esperanza y la fe en todos aspectos nos llevan a aceptar la vida tan bonita que la mayoría siente.

 

FELICES FIESTAS.

 

Michael Murphy