Recientemente reflexioné sobre las preocupaciones y hago la comparación con un juego de Sudoku, en donde se trata de resolver un verdadero problema que es el llenar toda la tabla con los números que faltan. Así deben ser las preocupaciones, en realidad nacen de un problema y debe buscarse la manera de acabar con el problema, pero no debe ocasionar estrés, al contrario el juego de Sudoku es para ejercitar la mente y alejar otros problemas de la mente y concentrarse solamente en el juego, que en realidad nosotros lo buscamos y fue nuestra voluntad empezar el juego sabiéndo que es un problema (preocupación ?).
Al iniciar el juego, sabemos que trabajará nuestra mente y entre más concentrados estemos, más rápido llegaremos a la solución.
En la vida cotidiana tenemos problemas y cuando mentalmente trabajamos y buscamos la solución se vuelven preocupaciones, sobre todo cuando es difícil hallar la solución y entre más difícil sea la preocupación será mayor y con el riesgo de asociarse con estrés.
Las preocupaciones por lo general se asocian con estrés, pero está en nosotros mismos de qué manera vamos a abordar la preocupación, y el problema que origina la preocupación para tratar de eliminar el estrés, y llegar a la solución de la mejor manera posible.
Las preocupaciones se terminan al resolver el problema que las origina, pero no pueden evitarse las preocupaciones, y cuando no tenemos problemas y estamos tranquilos, y nos encontramos con un juego de Sudoku o cualquier otro semejante, entramos a un problema y sabemos que al resolverlo tendremos otra emoción que sentir y esta es la satisfacción que se siente al lograr algo.
Así deben ser nuestras preocupaciones cotidianas, tratar de que no sean acompañadas de estrés, y concentrarnos en el problema, y buscar la solución sabiendo que tendremos satisfacciones si lo logramos.
La vida está llena de problemas, preocupaciones, pero también de logros y satisfacciones. No se puede vivir sin problemas, y por lo tanto sin preocupaciones y si no las tenemos, las buscamos, quizá porque nos interesa sentir la satisfacción que se obtiene con los “logros”.
MICHAEL MURPHY
