Que decir sobre la tristeza que aparece por la muerte de un familiar; es inevitable tener esa sensación cruel, injusta y desgarrante que se presenta en ocasiones súbitamente sin avisar, sin comprender porque razón ocurre. Múltiples métodos hay para aliviar esa tristeza, sin embargo el alivio no se puede esperar que sea rápido porque es una emoción normal por los acontecimientos. Es una gran tristeza, que afecta a varias personas y es de varios grados porque unas personas sienten más que otras este sentimiento.
Es normal, y ya pasará es la solución que dan los tanatólogos. Y también se recurre a apoyar a la persona por medio de la compañía y tratar de solidarizarse con ese sentimiento. La persona que sufre un duelo, debe mantenerse en la realidad, y debe saber que esa gran pérdida era inevitable, su vida debe continuar de manera casi igual a la de antes, manteniendo la salud física y mental con ayuda de otras personas o con la fuerte voluntad que se necesita. El acontecimiento no podrá revertirse, como todas las cosas que van pasando en la vida, lo escrito, (lo vivido) no se puede borrar, y quedará solamente en el recuerdo y de diferentes formas, con diferentes emociones diferentes en cada persona. Se recordará con alegría por algunos y en otros con diferentes emociones. El ser perdido queda siempre en la memoria siempre que tengamos vida, o se borrará con el tiempo de acuerdo al diferente apego.
Se ha mencionado que el duelo normalmente tiene una duración de 2 años, pero lógicamente que esto varía de persona a persona. De todas maneras cuando es fuerte la tristeza después de dos años ya se debe considerar como preocupante, porque puede caer en la patología mental.
Hay personas mucho mas vulnerables a padecer una tristeza profunda, por ejemplo las personas muy solas, con pocos recursos, personas dependientes de la persona perdida, personas con trastornos en la conducta por ejemplo la ansiedad y la depresión; y este tipo de personas si deben recibir orientación adecuada cuando sea posible, cosa que en la mayoría de los casos no es posible por la ignorancia o por la situación económica.
Este problema del duelo, es tan complejo y diferente, que por esa razón se han especializado los psicólogos en atender este tipo de casos (Tanatología) y es tan útil como tratar un problema orgánico.
Claro que sirven las palabras de aliento, pero no de forma constante y reiterada. la compañía y el apoyo deben estar encaminados hacia la realidad. Tratar a la persona con naturalidad, y ayudar a que no se salga de la realidad, y que siga con su vida, teniendo objetivos, metas y diversiones.
Se dice fácil, pero ese es el único camino para que la tristeza disminuya al grado que no se afecte la salud ni se afecte a otras personas. no dejar solas a estas personas, ya que en la vida dependemos unos de otros.
Díficil tema.
Michael Murphy
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