martes, mayo 12, 2009

Amor Maternal


El personaje en nuestras vidas que seguramente más amamos es nuestra madre.

El amor es total, incondicional, sincero, lleno de ternura (la mayoría de las veces), Y el amor a los hijos también es diferente a los otros tipos de amor. Pero también estas relaciones de madre-hijo y viceversa son motivo de sufrimientos ya que en ocasiones el amor se convierte en una verdadera actitud de "aferrarse" a este ser con sentimientos de posesividad y de inmortalidad. Estos sentimientos pueden ser dañinos y perjudiciales, pero en ocasiones son irremediable.

Como cuando los hijos se casan y se van, o se van a estudiar lejos del hogar (El segundo parto), es tan doloroso como las contracciones uterinas ó quizá más. ¿Cómo poder amar sin sufrir? Quizá comprender que no tendremos siempre una madre, que ella se enfermará y se irá algún día, quizá comprender y delimitar bien el tipo de amor y que no se vuelva un amor patológico.

Por otro lado, las madres de ahora son más fugaces, el tiempo que le dan a sus hijos ha disminuido, ahora se distraen mucho con otras actividades independientes de las propias del hogar, ya sea por necesidad o por superación personal. No se debe olvidar que el tiempo que pasan los hijos en el hogar es muy corto, y se tendrá que aprovechar de la mejor manera. Hay tantas cosas que comentar, y reflexionar.
Michael Murphy

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