Como en muchas cosas en la vida, se trata de buscar el justo medio, es decir regalar de acuerdo a nuestras posibilidades cuando se trata de festejar a una persona por su cumpleaños, en Navidad, etc. El regalo tendrá que darse de corazón, es decir pensando en la persona con aprecio, admiración, respeto, cariño. El afecto y el cariño no se compran con objetos, el regalo deberá ser un símbolo de lo que realmente se quiere dar (afecto). Los regalos costosos no son realmente el reflejo de lo que uno aprecia a la persona, se obsequian muchas ocasiones para crear una imágen, disfrazar un afecto que no se tiene, aparentar el cariño. Y también muchas veces para comprar algo de la otra persona, es decir "si doy un regalo caro, así recibiré yo un regalo de esa persona en mi cumpleaños". Es un trueque. Cuando las personas tienen suficientes posibilidades, no hay problema al regalar algo costoso. Cuando no hay posibilidades y aún así, se compran regalos extraordinarios, algo se quiere pedir a cambio. Esto todos lo sabemos, y en el noviazgo es muy notorio, las flores, las joyas, etc, se regalan por que el novio quiere atraer a la novia. Sin embargo debería intentar el novio atraeral de diferente forma, y es una lástima que muchas novias, también caigan en el juego. Y muchas veces piensan que el que les dá joyas es el que verdaderamente las quiere. Los regalos deben ser simbólicos, y no deben tener otra intención más que ocasionar un rato de alegría a la persona, y quizá un recuerdo, y solo para simbolizar el cariño o afecto que es mejor demostrarlo de diferente manera. Los regalos pueden ser motivo de disfraz, ocultamiento, mala intención, o engaño y puede significar algo que en realidad no lo es.
M.M.
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