LOS NIÑOS EMPERADORES

El término de "Niño Emperador" se ha utilizado para los niños inicialmente chinos, que son hijos únicos, que no tienen hermanos, y que ahora no solo en China, sino en muchos países principalmente del tercer mundo imitan esta política demográfica que se implantó desde 1979.

Desde el final de la segunda guerra mundial, los chinos cuidaron la sobrepoblación de su país y no solo recomendaban sino que castigaban a las parejas que tuvieran más de dos hijos. Fue en 1979 cuando se estableció la política de tener solo un hijo y las familias que no la respetan  desde entonces tienen que pagar una multa anual basada en un porcentaje de ingreso y además tienen limitados otros beneficios sociales. 

Este método económico, social, biológico lo elaboraron ingenieros aeroespaciales del llamado marxismo científico, y ahora hay más de 100 millones de personas en China nacidas bajo la política del hijo único. 

Se llamaron desde un principio niños emperadores porque los sociólogos auguraban el advenimiento de una generación de niños regordetes y mimados, sin oportunidad de aprender a compartir y sintiéndose el centro del universo. Se pensaba que sus padres no iban a privarles de nada. 

Actualmente después de más de 30 años del inicio de esta política, se han encontrado los chinos con problemas graves, con efectos demográficos y sociales devastadores. En Shanghai, por ejemplo, apenas se ven niños. Y es que, en efecto, la natalidad es extraordinariamente baja. Se calcula que el promedio de nacimientos es de 0.7 hijos por mujer, en comparación con otros países como Alemania (1.4), Estados Unidos (2.2) y promedios más altos en países latinoamericanos. 

Los efectos demográficos y sociales adversos son entre otros: la situación de los padres jóvenes que no tienen hermanos y que enfrentan un doble problema económico por estar a cargo de sus padres y de sus hijos, y sin tener ayuda de otros familiares. Los pequeños emperadores ahora adultos son en general egoístas y muy poco independientes, inicialmente tratados como emperadores, ahora enfrentan problemas económicos que no pueden resolver. 

Estos niños emperadores tuvieron unos padres pertenecientes a la llamada “generación perdida” que nacieron con hambre, sin aspiraciones económicas ni culturales, y con una obsesión de que el éxito en la vida depende de la buena educación y de las buenas calificaciones. Los padres atendieron a su hijo único presionándolo para que estudiara mucho. Esto ocasionó que estos niños egoístas y estudiosos fueran criticados por tener intereses personales más que intereses en la nación y en sus semejantes. 

Otra consecuencia adversa se ha observado principalmente en las comunidades rurales y es el aumento de la desaparición de las niñas (femicidio) porque en la cultura china predomina el favoritismo por los varones. han aumentado los abortos y en el mejor de los casos las niñas o niños son abandonados en orfanatos. 

Las tres cuartas partes de estos “niños emperadores” que ahora son adultos son incapaces de cuidar a sus padres. Las parejas casadas de esta generación deben cuidar a cuatro personas mayores: tanto de los padres de la esposa como los del esposo. Los altos costos de las viviendas constituyen un problema para que todos vivan juntos. 

En realidad ahora los “niños emperadores” no son felices. Tienen mucha tensión, por la pobreza y las responsabilidades que tienen por ser solos. 

En otros países, sin ser una medida obligatoria, las parejas tienen la idea de que teniendo un solo hijo tendrán menos preocupaciones y menos gastos y que además le podrán dar al niño o a la niña mejores oportunidades y facilidades en la vida. Teniendo un solo hijo  la madre considera que tendrá mas oportunidades para trabajar fuera de casa. 


Las rupturas y los divorcios que actualmente han aumentado también ocasionan hijos únicos por que las separaciones ocurren desde los primeros años, antes de que se presenten los segundos hijos.

Se ha mencionado que los niños solos, tienen menos ansiedad por que no tienen que “pelear” por un espacio ni por la atención de sus padres. Pero no aprenden a compartir; todo les pertenece;  todas las expectativas y las exigencias familiares están puestas sobre él. Se ha dicho también que un hijo único crece con ideas de vencedor, debido a que sus padres proyectan en él sus propias ilusiones y siempre le exigen dar lo mejor de sí mismo.  El hijo único es el que sufrirá los “miedos” y equivocaciones de sus padres. No tendrá con quien compartirlas. 

Se ha dicho también que los hijos únicos tienen extrema protección y mala educación. Tienen fama de creerse el centro del universo, de ser egoistas, malcriados y rebeldes. Situaciones que son ciertas, porque en general los padres no tienen la capacidad de crianza en forma adecuada. 

Se ha hablado también y afirmado que los hijos únicos poseen más capacidad para ser triunfadores en la vida. Pero para esto como en todos los casos incluyendo a las familias numerosas se requiere de una excelente educación por parte de los padres. Para que el hijo único pueda desarrollarse en forma sana requiere de unos excelentes padres con gran capacidad para educar. 

La crianza de un hijo único es más difícil; se requiere más atención de los padres y desafortunadamente lo que sucede es lo contrario; los padres confían que teniendo un solo hijo van a “descansar” más y van a tener más tiempo para ellos; sobre todo los padres que se han resistido a tener hijos hasta después de los 30 años, que están acostumbrados a disfrutar de sus bienes y logros solo para ellos.  No piensan que el futuro de su “niño emperador” puede estar ligado a soledad y sufrimiento en lugar de mimos y sobreprotección.

“Si tienen un solo hijo, padres jóvenes, piensen que el niño emperador puede llegar a ser un niño con sufrimientos en la edad adulta, entre otras cosas por no saberlo educar y por no haberle dado hermanos” 

“El hijo único puede tener un desarrollo tan sano como el de un hijo con hermanos, pero para esto  la educación que le den sus padres debe ser de primera”.

MICHAEL MURPHY