06:00 hrs. 9 de abril de 2012 Dolores Mercado Corona, de la Facultad de Psicología de la UNAM. TEXTO INTEGRO. IRA Y HOSTILIDAD, RIESGO PARA ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
• Una investigación desarrollada por Dolores Mercado Corona, de la FP de la UNAM, reveló que las personas “enojonas” sufren ese tipo de afecciones
• Estas emociones producen cambios metabólicos que alteran la catecolamina vertida al torrente sanguíneo, obstruye su paso y posibilita el infarto
La ira y la hostilidad son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con estudios realizados en los últimos años esas emociones producen cambios metabólicos que alteran la catecolamina vertida al torrente sanguíneo, sustancia que al adherirse a las arterias, obstruyen el paso y posibilitan el infarto.
Las observaciones médicas plantean que se trata de una respuesta fisiológica asociada al estrés físico o emocional; es decir, si una persona se enoja se producen cambios en sus sistemas hormonal y nervioso, que activan y dan energía al organismo para responder con intensidad.
Las catecolaminas son neurotransmisores liberados en la sangre en momentos de exaltación y enojo; se adhieren a las venas de tal manera que luego de algunos años “pierden luz y se cierran”, lo que ocasiona insuficiencia sanguínea al corazón, explicó Dolores Mercado Corona, de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
A partir de un trabajo de campo -con observaciones y entrevistas clínicas que incluyeron preguntas tales como ¿qué pasa cuando te enojas?, ¿cómo te sientes cuando estás así?, ¿qué cosas te lo provocan?, entre otras-, la universitaria desarrolló una serie de reactivos para integrar lo que ahora es conocido como el Cuestionario de Ira y Hostilidad (CIH), instrumento de medición específico para los mexicanos.
Se trata de una prueba diagnóstica encaminada a guiar un tratamiento. Si un individuo obtuviera un puntaje alto en general, o en alguna dimensión particular, podría ser tratado psicológicamente. Además, sería útil en medicina conductual, pues no es un secreto que las personas en esa condición tengan problemas cardiovasculares, indicó.
La ira y la hostilidad son trastornos negativos si se manifiestan con frecuencia y rigor, o si no corresponden a una situación real o tarda demasiado en recuperarse un estado de tranquilidad. Entonces, la reacción fisiológica que se tiene ante esa turbación perdurará por más tiempo y dañará las arterias y el bienestar social.
“Se ha demostrado, y hay estudios suficientes, que en el momento que esas conductas son demasiado frecuentes e intensas, son un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, y también es un elemento destructivo de las relaciones interpersonales”, afirmó.
Desde el punto de vista de la psicoterapia no existe un método eficiente y seguro para controlar estos trastornos. Es uno de los problemas más difíciles de resolver; en la psicoterapia se requiere una interacción entre el terapeuta y el paciente, donde este último debe cambiar pensamientos, creencias y actitudes que se consideran desadaptativos.
Lamentablemente, una premisa de las personas que tienen este tipo de conductas es que consideran que ellos están bien y los demás no, indicó la investigadora de la FP.
La ira es una respuesta emocional derivada, generalmente, de una frustración u obstáculo que se interpone en el logro de determinados objetivos, o bien, se trata de una apreciación de injusticia.
“Este trabajo lo iniciamos hace 11 años con el objetivo, entre otros, de auxiliar a quienes tienen algún factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Este instrumento de medición permite ayudar a las personas a regular la aparición, duración e intensidad”.
Son negativas en el momento que son intensas, frecuentes o si no corresponden a la situación; sin embargo, algunas como la ira pueden, en un momento dado, ser positivas porque nos ayudan a sobrevivir por estar relacionada con la protección y defensa de la integridad propia, concluyó.
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MUY INTERESANTE ESTE ARTICULO DE LA UNAM POR LO QUE TRANSCRIBO INTEGRAMENTE.
MICHAEL MURPHY
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6 comentarios:
Es acertada su revisión, es importante entender que la ira, el enojo, el stress son perjudiciales para la salud.
Es importante para a la vez difícil de llevar a cabo el ser tranquilos, pacifistas y creo que todo esto es por todo lo que nos rodea, quiero decir, las preocupaciones del trabajo, la casa, la esposa, los hijos, los deberes y compromisos con todos y con medio mundo, es importante saber tener prioridades importantes y las que no son prioridades importantes pues pasarlas a segundo y tercer y hasta cuarto término.
Hay que ser mas "pachones" pero no dejar de hacer ni dejar de ser responsables, así cuidamos de nuestra salud.
El trabajo que presenta la Dra. Dolores Mercado de la UNAM, resume lo que muchos trabajos han demostrado. Es un hecho real, objetivo, verdadero, seguro. La Ira y la Hostilidad provocan enfermedades cardiovasculares, y no solo en esos sistemas, también provocan alteraciones digestivas, hormonales, neurológicas y desde luego psiquicas. Lo difícil es el control de la Ira, porque las personas reaccionamos de maneras diferentes y cuando se nos presenta una situaciòn de supuesto peligro podemos "explotar" ò podemos "controlar" la reacción y mantener la calma. Es ùtil contar hasta 10 antes de reaccionar, aunque sea esto algo anecdótico, puede llegar a funcionar. Y también hay que cambiar la filosofía de la vida, y disminuir los factors que nos provocan IRA. Si nosotros identificamos lo que nos provoca IRA, hay que alejarnos de esos factores. En eso consiste la filosofìa para mejorar nuestro control. Y si estamos sujetos a situaciones de estrés, tendremos que calmarnos mediante la práctica de "yoga" por ejemplo o recurrir a terapias psicológicas, para calmarnos. Nuestros apoyos son: La fuerza de voluntad, la psicología y la filosofía.
Entre otros apoyos.
Muchas gracias Doc, por leer, comentar y reflexionar lo que escribo, copio o resumo en este blog.
Es agradable ver tus comentarios por aquí
Pues si, efectivamente opino lo mismo que MM con respecto a la ira, hay que saber controlarla, ya que es un sentimiento natural del ser humano, y si no sintiéramos ira tampoco lograríamos objetivos. Hay que saber enfocarla , es decir, si sentimos ira por algo, es ira nos dará fuerza para cambiar lo que nos está afectando. Un ejemplo, un estudiante que reprueba un exámen final para graduarse, y siente mucha ira hacia al maestro, debido a su ira, de ide demostrarle al profesor que realmente podrá pasar el exámen extraordinario, entonces se pone a estudiar, tanto que logra la mejor calificación de todo el grupo, y no solo eso, obtuvo una beca para estudiar en el extranjero. Este estudiante supo enfocar su ira para lograr algo positivo, no importa que el principal objetivo haya sido demostrarle al profesor su capacidad, logró un beneficio para él. Con este ejemplo, quiero dar a entender que es normal sentir ira, lo que debemos aprender a hacer es enfocarla de manera positiva para lograr metas que nos beneficien y que beneficien a los nuestros. Esta es mi opinión con respecto a la ira. Atte. Ama de casa.
Muy importante el artículo de la Dra. Dolores Mercado, y gracias por compartirlo M.M.
Pienso que debemos de regular nuestras emociones, para que de esta manera podamos lograr lo que nos proponemos, asimismo evitar todo tipo de enfermedades viscerales.
El ejemplo que pones Ama de Casa, es una IRA, pero más bien contra él mismo. El estudiante tiene "coraje" y se pone a estudiar para sobresalir. Este "coraje" es desde luego positivo por que aumenta su entusiasmo por querer sobresalir. De todas maneras es un tipo de IRA y también causa problemas cardiovasculares cuando es intenso el sentimiento. El control de la IRA, consiste en realidad en NO SENTIRLA, a pesar de que existan factores externos que la provoquen.
Ama de casa como siempre te agradezco tu participación y espero te sea de utilidad lo que anoto en este blog.
Nefertiti: Gracias por darte un tiempo para comentar este blog. Ojalá te sea de utilidad.
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