jueves, marzo 24, 2016

EDUCANDO A LOS ADOLESCENTES



Todos sabemos que la educación en la etapa de la adolescencia es difícil, tanto en hombres como en mujeres, ya que aparecen conflictos que en la niñez no se presentaban, entre ellos mismos, con sus padres, con sus familiares, e incluso fuera de casa.

 Se han reconocido varios estilos que adoptan los adolescentes cuando hay algún pleito: atacar, retirarse, obedecer o solucionar el problema.

Lo mejor es desde luego que la discusión termine en la resolución del problema, pero generalmente aumentan la pelea, (atacan) o abandonan el campo de batalla, sin haber un arreglo.  Cuando no se llega a la solución del problema, el adolescente permanece con un estado de ánimo muy alterado y que le puede ocasionar depresión, ansiedad y hasta puede planear una acción mala (delinquir). Cuando esto se repite constantemente, las repercusiones se aprecian después en su vida amorosa y con sus amistades.

En cambio si hay resolución de los pleitos, principalmente con sus padres, tienden a gozar de una salud psicológica más sólida y relaciones felices dondequiera que vayan, situaciones que todos los padres quisieran que sucediera.

Estos dos estilos de comportamiento hacen que los conflictos sean en lugar de ser dañinos sean constructivos entre padres y adolescentes. Los adolescentes que se distinguen son aquellos que cuando hay peleas ellos consideran los argumentos de ambos bandos, y los conflictos destructivos son cuando no lo hacen.

En la adolescencia adquieren un mayor desarrollo en el pensamiento abstracto y si son BIEN dirigidos pueden considerar las situaciones desde los puntos de vista agresor/receptor, (empatía). Los padres pueden sacar provecho de esta capacidad en el pensamiento de los adolescentes.

Mucho depende de la forma como los padres discuten, por ejemplo si se muestran muy impositivos sin dar lugar a la reflexión del adolescente, no habrá mayor comunicación, y el enojo sobresaldrá. Los padres pueden ante una situación de controversia empezar diciendo:  ¿Podrías explicarme porque razón piensas así?  Para dar lugar a una conversación más profunda y alargada.

Hay conflictos muy fuertes, y si no se resuelven favorablemente cada vez pueden aumentar, pero es precisamente en los conflictos menores, comunes y corrientes cuando los padres y adolescentes deben darse la oportunidad de un mejor entendimiento entre sí mismos y los demás, para desarrollar esa habilidad de llegar a la resolución, y esto les durará toda la vida.

No se desea que haya pleitos entre padres y adolescentes, pero es casi seguro que siempre los habrá, pero habrá que verlos como algo favorable y no como un obstáculo, para que en lugar de criar adolescentes frustrados, deprimidos y con ansiedad, se eduquen personas capaces de dialogar y resolver las discordias.


Michael Murphy

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