viernes, marzo 25, 2016

MEJORAR COMO PERSONAS


Hay personas exitosas profesionalmente o económicamente que sin embargo no irradian  esa tranquilidad que otras personas tienen, esa satisfacción por la vida, y esa paz que otorga la espiritualidad.

Hay personas que sin importar condición económica o clase social, irradian luz interior; escuchan a la gente y nos  hacen sentir divertidos y valorados. Su risa es melodiosa; están llenos de gratitud y no se la pasan pensando en sí mismos.

¿ Como se logra una generosidad de espíritu y esa profundidad de carácter?

Ese tipo de bondad, indica un mejor equilibrio en sus vidas.

En la vida profesional y laboral muchas personas tienen virtudes y habilidades, y son exitosas, en ese ámbito. Pero hay otras características de las personas que reflejan su estado del alma, de su espiritualidad,  que tienen virtudes como la amabilidad, la valentía, la honestidad, la lealtad,  manifiestan un amor profundo hacia ellos, y hacia las personas que los rodean.

Se le da mucha más importancia a las satisfacciones laborales que a las maneras como se mejora nuestro carácter interno.

Se puede vivir solamente sin hacer daño a los demás, pero con indiferencia y sin tener un significado profundo de la vida.  Hay algo más que podríamos hacer, para ser mejores personas en lo moral, ético y espiritual.

Hay personas en verdad profundamente buenas, y esa actitud la forman en el transcurso de su vida, no se nace con estos valores éticos y espirituales.

Las características de las personas profundamente buenas y espirituales son las siguientes:

1) Actitud modesta:  El egoísmo predomina en todas las personas siempre pensando en el bienestar propio, pensando en los beneficios materiales principalmente.

Es de gran valor identificar este egoísmo, saber que tenemos una gran necesidad de aprobación, y que somos insensibles hacia los demás y es necesario practicar una profunda modestia, con una conciencia de dar algo a los demás.

2) Autoderrota:  Nosotros mismos debemos aceptar nuestras debilidades, y enfrentarlas. Debemos conocer nuestros defectos, como es el mal genio, o la agresividad, para poder combatirlos. A lo largo de nuestra vida cotidiana debemos autoenfrentarnos a nuestro temperamento débil y ser más fuertes en las debilidades.

3) Dependencia:  Nosotros no somos totalmente autónomos. Desarrollamos conocimientos y habilidades teniendo metas hacia el éxito personal, e incluso podemos tener mucha fuerza de voluntad interna, pero entendamos que ninguna persona puede lograr el autodominio por si sola.

Para poder combatir y derrotar el egoísmo, el orgullo y el autoengaño, no solo se requiere de voluntad, razón, y compasión personal; todos necesitamos a los demás.

Tenemos conexiones que nos ayudan y sobre todo en momentos difíciles, y nos son útiles para hacer el bien.

Estamos sujetos a emociones, amores, acciones que no se realizan aisladamente, tenemos que relacionarnos con muchas personas.

4) El amor: ejemplificado ampliamente por el amor de una madre hacia su bebé recién nacido. Así se aprecia que este tipo de amor elimina el egoísmo del ser. Con el amor se siente una necesidad de alabar, de adorar. Es un amor electrizante, nos llena de energía, y placer cuando sabemos que servimos a  quienes amamos. Teniendo un amor intenso, se realizan acciones felizmente y se libran obstáculos, para hacer el bien, para sentir la bondad. Con el amor se vence el egoismo natural que todos sentimos.

5) Compromiso en el trabajo: Todos conseguimos un trabajo por diversas razones, como el dinero, el estatus o la seguridad. Además de esas razones, nuestro trabajo debemos hacerlo con un gran compromiso viviendo a la altura de las normas de excelencia del oficio.

Nuestro trabajo debe realizarse con la intensidad suficiente para que sea excelente, y siempre tratar de mejorarlo, aunque con el trabajo se cumpla ya con lo económico.  Dar más en el trabajo, y sentir el compromiso que tenemos por hacerlo mejor cada día.

6) Aceptación: Se menciona con frecuencia que hay un camino hacia la luz interior. Es un encuentro con uno mismo, respondiendo a la pregunta: ¿Qué quiere la vida de mi? ¿Cómo puedo hacer que mi talento ayude a aliviar las profundas necesidades del mundo?

Se pueden sentir momentos de dolor, de sufrimiento, y en ocasiones saber de la derrota, pero hay que mantenerse en el camino. No se puede vivir siempre para ser felices. La vida puede ser un drama ético y solo sentirse satisfecho cuando está uno inmerso en la lucha por algún ideal.  Se deben reconocer las limitaciones, y estar listo para vencer las adversidades, y también para recibir y brindar ayuda.

Siempre hay algo más que lograr. Al experimentar desequilibrio, habrá que ajustar, mejorar y sentir alegría por saber elegir las ideas, la gente. Saber que siempre hay mucho por hacer.  Estos desajustes nos hacen ser mejores de lo que antes éramos. No siempre ser mejores que los demás.

Aceptar el hecho de que la vida nos ha tratado mucho mejor de lo que merecemos.

Siempre hay maneras de mejorar como personas.


Michael Murphy


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