martes, junio 20, 2006

HUMILDAD Y SOBERBIA

Palabras tan comúnes son la humildad y la soberbia, pero de gran significado.

Probablemente la humildad derive de los grandes filósofos de la historia incluyendo desde luego a Jesucristo, quien es considerado en las religiones de occidente como el "padre de la Humildad", con sus enseñanzas que han perdurado hasta la actualidad. Como sucede en todos los valores y también en todos los aspectos de la vida, la humildad tiene su opuesto que es la soberbia. Cultivar el valor de la humildad es digno de un ser humano, tan digno es, como indigno lo es la soberbia. Esta última muchos la han identificado como algo satánico, y a pesar de eso la observamos rutinariamente. Los soberbios no aceptan errores, creén tener el dominio del bien y del mal. No aceptan opiniones.


"Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría."
Salomón

A continuación un punto de vista:

Mal genio, ira y soberbia
Estos tres conceptos están tan unidos, que se puede decir que una persona que tiene “mal genio” y no sabe controlarse, ese mal genio termina en una explosión de “ira” y la causa de todo ello es la “soberbia”.
Hay un ejemplo gracioso de soberbia, yo diría “menor”, que es la vanidad: Dos amigos se encuentran por la calle. Se saludan y comienzan a charlar. Uno de ellos es escritor. Durante mucho tiempo, el escritor le habla de sí mismo, sin parar un instante. En un momento determinado, calla, hace una pausa y le dice, como avergonzado: Bueno, ya “hemos” hablado bastante de mí. Hablemos ahora de ti: ¿qué te ha parecido MI última novela?
Como se ve, esta clase de vanidad, es una soberbia descafeinada, como se dice ahora, o bastante simple. Lo que de verdad podemos llamar soberbia, se manifiesta bajo formas más complejas que las de ese escritor vanidoso. Tiende a presentarse de forma más retorcida.
La soberbia siempre aparece disfrazada de actitudes aparentemente positivas. Una veces aparece disfrazada de espíritu de servicio (“soy el único que hace algo”), de generosidad (de una generosidad ostentosa que ayuda humillando), de dignidad cuando no es otra cosa que susceptibilidad (sentirse ofendidos por tonterías o por sospechas irreales), etc. etc.
A pesar de presentarse en el último lugar de los conceptos que figuran en el título de este escrito, creo que debería estar en primer lugar, pues la soberbia suele ser el origen del “mal genio”, primer paso para llegar a un ataque de “ira”.
¿Cuál es la solución para desarraigar estos tres vicios? La única solución es la virtud de la HUMILDAD. Hay que saber aceptar la crítica, con humildad evitando que vayan creciendo las manifestaciones más simples y primarias de la soberbia: la susceptibilidad enfermiza, el continuo hablar de uno mismo, la vanidad, el modo de hablar, etc. Hay que ganar terreno a la soberbia para mantener un trato cordial con las personas. Hay que ser humilde.

José María solanes (forumlibertas.com) Transcripción.

Como siempre agradezco de antemano sus comentarios. ATTE: Michael Murphy

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